El amor y las citas pueden ser un verdadero laberinto, con sus altibajos, sus momentos felices y sus momentos más oscuros. Pero desde hace un tiempo ha surgido una nueva tendencia en el mundo de las relaciones románticas: el Voicefishing, una técnica de coqueteo que bien podría poner en peligro a muchas parejas y amistades. Le explicamos este método poco convencional y, sobre todo, por qué es fundamental permanecer alerta contra él.
Descubrimiento de la pesca por voz
Antes de comprender los peligros que puede representar el Voicefishing en una relación, es necesario definir qué es exactamente. A primera vista, el término no nos dice mucho, pero en realidad esconde un fenómeno que ya está bien arraigado en el panorama romántico. De hecho, se parece mucho a algo que muchas personas ya han experimentado al menos una vez en la vida: la manipulación emocional.
El Voicefishing consiste entonces en seducir a una persona utilizando exclusivamente su voz.
Un sorprendente método de seducción.
Algunos dirán que se trata simplemente de una forma original de conocer a tu interlocutor sin recurrir a las apariencias físicas ni a los habituales jueguitos de seducción. Y, sin embargo, detrás de esta aparente sencillez se esconde un verdadero rendimiento técnico y psicológico que requiere largas horas de práctica para dominarlo a la perfección.
La voz, una herramienta formidable
En nuestra sociedad moderna, donde la imagen es omnipresente y a menudo predominante en términos de seducción, el uso de la voz como único medio para coquetear puede resultar una sorpresa. Sin embargo, la voz es una verdadera riqueza, capaz de encantar y cautivar a quien la escucha. De hecho, tiene poderes insospechados que no deben subestimarse.
El impacto psicológico
La voz tiene un impacto en nuestra mente: algunos estudios han demostrado que memorizamos mejor una cara si la escuchamos previamente. Probablemente por eso el Voicefishing funciona tan bien: permite al manipulador simular una situación privilegiada con su objetivo, creando en ella sentimientos de intimidad y familiaridad aunque nunca se hayan conocido.
Oculta tu identidad
Otra ventaja significativa de Voicefishing es la posibilidad, para su autor, de ocultar su verdadera identidad detrás de este subterfugio. De hecho, nada es más sencillo que crear un personaje de ficción cuando te comunicas únicamente a través de tu voz, sin intercambios de vídeos o fotografías. Así, las posibilidades de éxito aumentan considerablemente, porque la persona abordada nunca sabrá las verdaderas intenciones de su interlocutor. Suficiente para sembrar problemas en una pareja y dar que pensar sobre la sinceridad de los sentimientos que sienten.
Los riesgos del Voicefishing para tu relación
Si bien es interesante estudiar los mecanismos del Voicefishing como técnica de coqueteo, también es crucial abordar sus posibles consecuencias en una relación romántica. Porque si podemos verlo como un método simple de seducción sin consecuencias, lo cierto es que puede causar daños considerables en la pareja.
Los celos
En primer lugar, como cualquier otra forma de manipulación emocional, Voicefishing conduce inevitablemente a celos entre la pareja. De hecho, cuando surge una situación así, es completamente natural preguntarse por qué la otra persona aceptó jugar cuando ya estaba involucrado en una relación seria. Este cuestionamiento siembra entonces dudas y desconfianza, creando un clima a menudo propicio a discusiones y rupturas.
Falta de confianza
Además, estas situaciones pueden generar una falta de confianza generalizada. Porque cuando sospechas que tu pareja es susceptible al Voicefishing, ¿cómo puedes estar seguro de que no sucumbirá a otras tentaciones? Así, este método de coqueteo resalta los defectos y debilidades de cada persona, lo que puede provocar tensión y distanciamiento dentro de la pareja.
Aislamiento
Finalmente, el Voicefishing también puede conducir al aislamiento de la víctima, que luego se siente traicionada y humillada por su pareja. Porque debemos entender que en tal contexto, no es simplemente la infidelidad lo que duele, sino también (y sobre todo) la manipulación de la que fue objeto. Por lo tanto, esta técnica de coqueteo potencialmente destructiva para las parejas debe tomarse muy en serio y vigilarse de cerca.