Se acerca el invierno y toca volver a encender los radiadores para calentar tu interior. Pero antes de poner en marcha tu sistema de calefacción, conviene realizar algunas comprobaciones y operaciones imprescindibles para asegurar el correcto funcionamiento de tus instalaciones y maximizar su eficiencia energética. En este artículo detallaremos los pasos a seguir para preparar tus radiadores para el arranque, centrándonos en la caldera, el elemento central de la calefacción central.
Comprobación del estado general de los radiadores.
En primer lugar, Es imperativo inspeccionar visualmente todos sus radiadores.. Efectivamente, tras varios meses sin uso pueden haber aparecido ciertos problemas: fugas de agua, restos de óxido, polvo acumulado, etc. No dudes en limpiar a fondo cada radiador y comprobar que se encuentran en buen estado de funcionamiento. Si notas alguna anomalía, llama a un profesional para que realice las reparaciones necesarias. Este primer paso ayuda a evitar averías imprevistas durante la estación fría.
Purgar los radiadores
Si dispones de un sistema de calefacción central con radiadores de agua, la purga es una operación imprescindible antes de volver a poner en servicio tu instalación. El purgado consiste en evacuar el aire atrapado en el interior de los radiadores, lo que puede provocar fallos de funcionamiento y reducción de la eficiencia. He aquí cómo hacerlo:
1. Apaga tu caldera
Empieza apagando tu calderae para evitar cualquier sobrepresión durante la purga. Deje que los radiadores se enfríen antes de manipular las válvulas de drenaje, ya que el agua dentro de ellos puede estar caliente.
2. Obtenga un contenedor y una clave de purga.
Prepare un balde o palangana para recoger el agua que saldrá durante la purga, así como una llave de purga adecuada para sus radiadores. Puede encontrar estas herramientas en tiendas de bricolaje y grandes superficies.
3. Abra la válvula de purga.
Ubique la válvula de drenaje en cada radiador: generalmente está ubicada en la parte superior y en un costado de la unidad. Coloque el recipiente debajo del grifo para recoger el agua, luego ábralo con la llave de drenaje, girándola suavemente en sentido antihorario. Atención : El agua puede drenar rápida y abruptamente, así que proceda con precaución.. Cuando solo fluya agua, sin burbujas de aire, cierre la válvula de drenaje apretándola ligeramente. Repita esta operación para todos sus radiadores comenzando por los ubicados más bajos (primer piso de una casa).
Comprobación de la presión en el circuito.
Una vez realizada la purga, es crucial Compruebe y ajuste la presión en el circuito de su instalación de calefacción.. Una presión demasiado baja puede provocar una falta de rendimiento y provocar averías. Por el contrario, una presión demasiado alta corre el riesgo de dañar su equipo y aumentar su consumo de energía.
¿Dónde encontrar el indicador de presión?
La presión del circuito generalmente viene indicada en el manómetro de su caldera. Es un dial graduado en bares, sobre el cual se mueve una aguja para indicar la presión actual. Los valores de presión ideales generalmente se mencionan en las instrucciones de su caldera; suelen estar entre 1 y 2 compases.
¿Cómo ajustar la presión?
Si notas que la presión en tu circuito es demasiado baja respecto a las recomendaciones del fabricante, procede de la siguiente manera:
- Abre la válvula de llenado de tu caldera: esto permitirá que entre agua fría al circuito y así aumente la presión.
- Durante esta operación, controle atentamente la aguja del manómetro: en cuanto alcance el valor deseado, cierre el grifo de llenado.
En caso de que la presión sea demasiado alta, simplemente libere un poco de agua abriendo ligeramente la válvula de drenaje ubicada en su caldera. Nuevamente, observe la aguja del manómetro y cierre la válvula tan pronto como se alcance la presión deseada.
Reiniciar la caldera
Ahora está listo para encender el radiador y disfrutar de un calor confortable en su hogar. No olvides eso El mantenimiento periódico de su instalación de calefacción es fundamental para garantizar su buen funcionamiento y durabilidad. Así que recuerda hacer revisar tu caldera cada año por un profesional cualificado.